* Gustavo Antonio Rangel
Periodista
Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
Renovar y promover los derechos del
niñ@ en el interior de la Familia, es una necesidad que todo Padre o Madre debe
observar, con el fin de fortalecer los valores inalienables del infante, para su
desarrollo físico, mental y social.
Teotihuacán a 23 de
Junio de 2013
Teotihuacán, México.- El ideal de los DERECHOS DEL MENOR en una
Familia, representa para los Papás, un área de oportunidad vital.
Esto es porque –hoy en
día-, deberán redoblar esfuerzos para impulsar y elevar las buenas relaciones
afectivas y comunicativas a favor de los hijos al interior del hogar.
Elementos como la sana
convivencia y el diálogo, ayudan a la toma de decisiones y promueve el amor
sincero hacia los pequeños -siempre
apegado a la razón y a la verdad-, con el fin de que el infante pueda conservarse
en su ser y perfeccionarse en la sociedad.
Debemos entender que si
realmente se quiere mantener firme a la Institución familiar en México, y sobre
todo, la de sus integrantes más vulnerables. Se deberán tomar acciones -desde
el seno familiar- a favor de la defensa de los Respetos Morales que nos
lleven hacia el Bien Común.
De ahí que es
responsabilidad de los Padres de Familia, DAR EJEMPLO y explicar a los menores,
cuales son los constantes embates que atentan contra los valores que enaltecen
las relaciones humanas y las buenas costumbres.
Por lo tanto, el objetivo
inmediato de Papá o Mamá, será iniciar, ante todo, una disciplina en la reforma
estructural afectiva desde el seno familiar y no esperar de la sociedad o
Gobierno, algún bien para la familia.
De esta manera. Sí se
aplican adecuadamente desde el Hogar los DERECHOS DEL MENOR que son los del
hombre, referidos a una edad de mayor insuficiencia, nos dará como resultado una
opción viable a manera de “penicilina”, ante la infección social llamada “violencia
del crimen organizado”, que ha tocado a centenas de familias de algunos estados
de nuestra sociedad mexicana.
Debemos puntualizar que al
hablar de los DERECHOS DEL MENOR, en lo que corresponde a los Papás, No es para
confundirse y dejar expuesto -mayor tiempo- a la niña o niño ante su entorno
contaminado, y/o a merced de los medios de comunicación escritos y electrónicos
(Radio, T.V. y/o la internet -Redes
Sociales-), que en un momento dado pudieran afectar su sano desarrollo
físico o mental.
Por el contrario, estos DERECHOS
DEL MENOR -fundamentales-, que referimos y que todo infante debe gozar sin condición
alguna son: VIDA DIGNA, EDUCACION y STATUS SOCIAL.
A continuación vamos a
describir de manera breve cada uno:
En cuanto al primer proceso,
que es EL DERECHO A LA VIDA DIGNA. Se refiere al cuidado que deberán ofrecer
los Papás o familiares a cargo de los niños, sin importar su extracto social.
Esto incluye una serie de
exigencias fisiológicas a favor de la niña o niño, tales como: alimentación,
hogar, salubridad, vestido, higiene, protección y calor humano; respeto, amor,
respaldo jurídico tutelar, educación moral, sustento, y de no ser explotado económica
y sexualmente, según lo marca La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Lo anterior , también es respaldado
por La Convención sobre los Derechos de los niños, y La Doctrina Social Cristiana,
que nos da cuenta a través de los documentos del Concilio Vaticano II, que señalan como problemas más urgentes: “La
dignidad del Matrimonio y de las Familias”.
Esto es para que “el
pequeño o pequeña” pueda llevar una vida más sólida e integral, apegada al respeto de su persona; libre de
circunstancias externas o de distracción, que afecten a su autoestima y que le
impidan desarrollarse bajo una disciplina psíquica o motriz de acuerdo a su
edad.
Por lo tanto, se requiere
por parte del Padre o Madre, mayor atención, ya que el DERECHO A LA VIDA DIGNA
interpela al niñ@ durante su desarrollo de cero a 18 años.
No obstante, reconocemos
que el DERECHO A LA VIDA DIGNA de los hijos en México, aún no se aplica, tal y
como marca en su totalidad la Ley; pareciera que la tendencia de la familia “apetece”
caminar hacia la desunión, y de esto, una parte es originada por el descuido de
los Padres de Familia.
Y es que los niños en
algunos estados de la república mexicana, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán,
Estado de México, Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí, y Nayarit, entre otros, viven
en situaciones de falta de estima, cariño y de comunicación en su rol familiar.
Esto es sin contar que
algunas niñas y niños padecen pobreza extrema que deriva en desnutrición y
explotación laboral.
Así lo confirma el último
reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y su
Consejo Consultivo.
Dicho consejo, explica
categóricamente que en algunas regiones del país, la Familia no esta protegiendo
al sector infantil.
Y lo ratifica, el reporte
del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), de los estados
arriba mencionados, señalando, entre otros puntos, que “en estas zonas, los
niños de 10 a 14 años viven en situación de maltrato y desintegración familiar,
están amenazados por la violencia del -crimen organizado- y por la prostitución
infantil, la pornografía, el turismo sexual y el tráfico de infantes.
Lamentable situación…¿ Y
quién hace algo de manera permanente por este sector vulnerable ?.....¿ qué porvenir le espera al niñ@ de
estas comunidades flageladas por la violencia
o carencia de pan de cada día ?.
Es un tema grueso -de alto
aliento-, que por su importancia abordaremos en breve en otro escrito.
Por otro lado, El DERECHO A
LA EDUCACIÓN de los niños de México, se ha vuelto el problema más candente.
Y es que la situación
actual demanda que los Padres deberán hacer el esfuerzo por el derecho a una educación de mejor
calidad; reforzada, sobre todo, desde la familia.
Por eso, es indispensable
la participación de los Padres de familia.
Recordemos: No sólo es
responsabilidad de la Madre o del Padre, sino de ambos.
El apoyo es fundamental
para que la niña o niño pueda educarse, por un lado, en la formación humana intelectual
y por otro, libremente en la Fe desde el hogar.
De modo que hablar del
DERECHO A LA EDUCACIÓN del infante, nos lleva a decir que en la actualidad la
realidad en México es otra.
Por un lado, los padres de
Familia -al interior del hogar-, No
llevan un permanente seguimiento integral de las habilidades y aprovechamiento
académico de los hijos durante el año escolar.
En algunos casos, el
desinterés de los Papás se ve reflejado en la revisión de los trabajos escolares (tareas), o libros de
TEXTO; o simplemente, existe el desgano de conocer las actividades de
aprovechamiento de los hijos, así como el cumplimiento de las competencias
básicas.
Esto es sin contar el exiguo
seguimiento de la actualización de los docentes. Y ni hablar de exigir una mayor
calidad en el proceso de la Educación
que se les imparte a sus hijos en las escuelas filiales de la Secretaria de
Educación Publica.
Por otro lado, la Reforma
Educativa que promueve el Gobierno en turno, no satisface al Magisterio y a la
sociedad en su totalidad.
Es bien sabido que para la
niñez en algunas regiones del país, la enseñanza básica que se promueve a
través de la Secretaria de Educación (PRIMARIA- SECUNDARIA, NIVEL MEDIO
SUPERIOR), está en proceso de acciones de renovación educativa.
Por ello, se vive un rezago
en materia formativa en general.
Y es que con frecuencia, no
se publica -a detalle-, la situación
real que vive el Alumno, Maestro, Padre de Familia y/o Directivos de las zonas
escolares, a nivel Estatal y/o Federal.
Y que decir, del continuo
ausentismo de los “MAESTROS” de las aulas de los estados de Provincia y la
Capital, tan sólo, porque están participando en marchas y/o plantones
solicitando más prestaciones adicionales al salario y de seguridad social.
Por lo anterior, el
analfabetismo aún no ha sido erradicado en algunos sectores rurales y áreas de
la zona conurbada de México.
Lo angustioso es que en los
planteles existen problemas por falta de instalaciones educativas –adecuadas- para ejercer la enseñanza; asimismo,
por carecer de un presupuesto para material didáctico y equipo audiovisual e
informático para impartir las clases.
También, por docentes mal capacitados
y personal del magisterio inconforme por no contar con una “plaza” laboral.
Esto es lamentable y tiene
consecuencias graves. Por citar un ejemplo, se sabe de reportes de niños que
son marginados, simplemente por ser de un modelo de vida de escaso recurso y/o
por pertenecer a una comunidad indígena de la zona centro y sureste del país.
También, la crisis en la
educación en México, se genera por la discriminación hacia algunos niños para matricularse
en un grado desde Preescolar y hasta el Nivel Medio Superior en zonas escolares
de las principales ciudades del país.
Este esquema se repite al
inicio de cada ciclo escolar.
Y la razón es simple: los Padres
de Familia no pueden cumplir con la “cuota
voluntaria” de inscripción, que se impone con el consentimiento de las
autoridades educativas y de algunos Papás que forman parte de la Sociedad de
Padres de Familia.
Todo esto ocasiona un gran
vacío en el sistema educativo nacional que se define como “laico y gratuito”.
Y ahora, vamos a tocar el
tercer proceso de vital importancia para el niñ@, y nos referimos al DERECHO DE
STATUS, que se traduce en que Todo menor tiene necesidad de pertenencia a un
núcleo Familiar, a un Sector, y a una Comunidad.
Sabemos de ante mano, que entre
sus grandes anhelos, la niña o niño, sueña con Ser “alguien” en la vida, Valer
algo y Tener algo.
Ser y Valer, antes que Tener,
es seguir los fundamentos inalienables de la familia y de la Doctrina Social
Cristiana.
Es ejercitar las aptitudes
recibidas de Dios, para plasmar un servicio en los semejantes, que a su vez le
dará honra y prestigio para vivir con honor y dignidad.
El Plan Divino que deberá
seguir toda familia, es el mismo que el DERECHO DE STATUS de los niños: se
aspira a Ser, Valer y Tener.
La familia sí cumple su
función, iluminará como un Faro a sus integrantes y en consecuencia dará EL
DERECHO DE STATUS a sus miembros más vulnerables.
Y es que esta Institución,
también, llamada “ Célula de la Sociedad ”, se nos presenta como el templo de
las buenas costumbres, es la Universidad donde los hijos aprenden organizada y
sistemáticamente a conocer la verdad y a diferenciar la mentira.
Ahí es donde, precisamente,
los Padres, con su ejemplo los orientan hacia los buenos hábitos, con el fin de
forjarse y aspirar a una vida digna de acuerdo a los principios naturales y a
la grandeza de Dios.
Por eso, en la medida en que
se regularice la situación de la familia y que los Padres “despierten”, los
problemas que afectan AL MENOR se reducirán y sus DERECHOS entraran en vigor
inmediatamente, para ser una realidad palpable.
En suma, esto nos dará una
experiencia viva, que sin duda alguna, evitará que los hijos tomen rumbos
diferentes, absorbidos por la postmodernidad materialista, y el acecho de
“grupos malos” que tiene como fin último la degradación de la especie humana.
* Gustavo
Antonio Rangel
-
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
-
Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de
2006 a la fecha.
-
Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial
C.C.M.
-
Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.
-
Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad
Salesiana de México.
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