* Gustavo
Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de
Teotihuacán.
Para construir el orden democrático de México en
materia de libertad religiosa, es necesario iniciar un verdadero proceso total de
reforma a las disposiciones constitucionales en los artículos: 3º, 24, 27 y
130, con el fin de restaurar el diálogo moderno y trabajar sin hostilidades, ni
privilegios -bajo un mismo bien común-, entre el Estado Laico, la Familia y la
Iglesia.
Teotihuacán a 16 de
Junio de 2013
Teotihuacán, México.- Ahora que la reforma del
Estado, demanda mejores propuestas para construir un país moderno y
democrático, el tema de la libertad Religiosa en México, recobra relevancia y
aún esta pendiente en la agenda de análisis de los nuevos integrantes de Cámara
de Diputados y Senadores.
Asimismo, se espera la pronta reflexión de personas
doctas en la materia y de la opinión pública, quienes con su trabajo, nos van a
proyectar en torno a las relaciones del Estado Laico, la Familia y la Iglesia,
de cara hacia el futuro.
Es innegable que el Gobierno está abierto a los
cambios democráticos del país, y esto lo
vemos, desde hace 21 años, cuando se dio el primer paso exiguo, para el proceso de restauración de la
Libertad Religiosa en México.
Recordemos que fue en el periodo del Presidente de
México, Lic. Carlos Salinas de Gortari, quién en 1992, promovió las reformas al
artículo 3º y al 130 que se refiere a la libertad religiosa.
En aquel tiempo, el artículo 3º, se reformo poco,
destacando la libertad de enseñanza en la escuela privada y se permitió enseñar
a los eclesiásticos, pero manteniendo una educación laica.
En cuanto al artículo 130, el avance fue en materia
de reconocimiento a las agrupaciones religiosas denominadas iglesias.
Sin embargo, para hablar de una Libertad Religiosa
en México, aún existen algunos puntos de análisis, para legislar en la mesa de
reforma constitucional, sobre todo, en los artículos: 3º, 24, 27 y 130,
respectivamente.
Si bien es cierto, el tema de la Libertad Religiosa
en México, es candente y no es fácil de interpretar; requiere de un proceso de
maduración para su mayor comprensión en la sociedad.
Esto es porque algunos actores y medios de
comunicación, lo entienden “mal”.
Ven con “malos ojos” que en estos tiempos de crisis
provocada por grupos del crimen organizado -en algunos estados del país-, se
promuevan las reformas constitucionales en materia de Libertad Religiosa,
asegurando calumnias sin fundamento ante cualquier intento de reforma por parte
de la Iglesia mexicana, situación que los ha llevado a suprimir toda idea
religiosa.
Las fuerzas que están en contra de la Libertad
Religiosa en México, piensan que el Magisterio de la Iglesia Católica, busca la
intromisión en los asuntos civiles que no son de su competencia y concretamente
en los asuntos del Estado.
A decir de ellos, se busca promover la Libertad
Religiosa, con la idea de formar un “partido político”, que le permita
establecer un ”Estado Confesional”, y en consecuencia eliminar el “Estado
Laico”, lo cual es una mentira para confundir a la opinión publica.
Por el contrario, la Iglesia Católica de México,
ofrece su apoyo, talento, cultura y participación, con gallarda independencia e
imparcialidad. Sin pedir nada a cambio, ni mucho menos, solicitar privilegios.
La misión es participar activa y objetivamente ante
los problemas de nuestra Nación, luchando por sus causas más legítimas, bajo
los principios éticos, morales y
espirituales.
Por lo anterior,
los Obispos mexicanos han explicado reiteradamente sobre el tema y han sido enfáticos al decir
que “debemos caminar para consolidar al Estado Laico; la Iglesia no sólo No está en contra del Estado laico,
sino está a favor.
La Iglesia Católica de México, es la más empeñada,
porque si no hay Estado Laico, no hay Libertad religiosa”, señalaron.
En este mismo tenor, los representantes del
Episcopado de México, continuamente nos recuerdan que "la Iglesia no busca
el poder temporal”, y observando los signos de los tiempos, sólo han llevado a
la reflexión algunos de los artículos de la Carta Magna, de los Estados Unidos
Mexicanos, ya que sugieren tener un participación en el término actual y
moderno que permite la libertad religiosa.
Ante este marco, la pregunta obligada sería: ¿Por
qué es importante la reforma constitucional de la LIBERTAD RELIGIOSA en
México?,…- y ante gruesa pregunta -, respondemos con un acercamiento, ya que
esta reforma nos da la libertad anhelada y reciproca de comprender a quienes no
piensan igual; también, permite vivir en un Estado de Derecho plural, con
orientación de tolerancia y apertura.
Y en consecuencia, terminaría de una vez por todas
con la persecución que viven algunas denominaciones; así como, religiosos y
Sacerdotes católicos en zonas, donde tienen presencia los intolerantes y las células
del crimen organizado en el país.
Asimismo, suprime el sectarismo en el pensamiento
social; elimina la injusticia que viven distintos grupos sociales y por si
fuera poco, ayudaría a “reconocernos y valorarnos como personas”, enseñando que
la libertad religiosa que se reclama, debe otorgarse a todos los mexicanos, sin
importar su sexo o raza, cualesquiera que sea su culto, ideología, costumbres y
vocación profesional.
Por lo tanto, esto pone de manifiesto que la
libertad Religiosa en México, hoy en día, se vuelve una necesidad vital, que
demanda romper los viejos paradigmas de confusión que vive la sociedad
mexicana, sobre todo, cada vez que hablamos de Construcción de la Libertad Religiosa
en México, que tiene como fin que todos
los mexicanos de buena voluntad, accedan a un cambio estructural, sin torcer el
rumbo.
En este sentido, la Iglesia Mexicana en voz del
Episcopado Mexicano, es paciente, acompaña a México y a los mexicanos en los
esfuerzos nacionales; camina con ellos en la búsqueda de construir un mejor
país.
Sin importar que desde hace tiempo, ha querido
abrir la puerta de la libertad religiosa, que fue cerrada en México desde hace
más de 156 años, por criterios antirreligiosos y totalmente anacrónicos.
No obstante, lo que hoy verdaderamente es
significativo, son los tiempos nuevos; la transformación que se desea, va más
allá de un sentimiento de libertad.
El fin último, es construir una mejor nación
mexicana democrática, que cultive el respeto al nacionalismo y a la religión,
con una conciencia recta, apegada a los ideales patrios y valores humanísticos,
tal y como lo demanda nuestra Carta Magna.
Por lo tanto, podemos decir que la esperanza de un
nuevo tiempo en materia de Libertad Religiosa, está más cerca para gloria de
Dios y de nuestro país.
Es decir, la relación Iglesia- Estado, esta por
vivir una de sus mejores épocas, en el orden social, familiar y espiritual.
Sabemos que cuando ponemos nuestra confianza en el
poder del evangelio, así como, en las leyes mexicanas y en la buena voluntad de
los gobernantes, es posible pensar en la construcción de la Libertad Religiosa
en México.
Por eso, ante ésta cruzada, se busca de nueva
cuenta -como dijo el Papa Benedicto XVI-,
“dejar que circule más aire fresco por el territorio nacional; que saque a los
mexicanos de poses anquilosadas; para que la reforma del Estado, abra las
ventanas a una nueva democracia, sin miedos, ni prejuicios”.
Y al cumplirse esta responsabilidad democrática, millones
de mexicanas y mexicanos podrán actuar sin hostigamiento religioso y trabajar a
favor de un México prospero y de igualdad. De ahí que la construcción de la
Libertad religiosa que promueve la Iglesia Católica, proviene de la grandeza de
Dios, y busca, ante todo, la buena voluntad de los legisladores, para lograr el
bien común de los más vulnerables.
* Gustavo Antonio Rangel
- Periodista Católico de la Diócesis de
Teotihuacán.
- Es Investigador especializado en
Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.
- Desde 2009, Coordina la Unidad de
Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.
- Ha ganado el Premio Nacional de
Periodismo Católico 2008.
- Ha sido Profesor de los Talleres de Radio
y Televisión de la Universidad Salesiana de México.
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