* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
Ciudad de México a 05 de Julio de 2014
Es frecuente enterarse de escándalos y malas acciones de quienes
ocupan algún cargo en la institución eclesial: Sacerdotes pederastas, mundanos,
comodinos, mal encarados, interesados en el dinero, caciques, infieles en el
celibato; un Nuncio reducido al estado laical; o servidores en las oficinas
parroquiales que tratan mal a las personas, que sólo exigen papeles y trámites
burocráticos, y por ello disminuyen los católicos, o se alejan, etc.
¡POBRE IGLESIA!
Reflexión de Monseñor Felipe Arizmendi
Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas
Es frecuente enterarse de escándalos y malas acciones de quienes
ocupan algún cargo en la institución eclesial: Sacerdotes pederastas, mundanos,
comodinos, mal encarados, interesados en el dinero, caciques, infieles en el
celibato; un Nuncio reducido al estado laical; o servidores en las oficinas
parroquiales que tratan mal a las personas, que sólo exigen papeles y trámites
burocráticos, y por ello disminuyen los católicos, o se alejan, etc.
Nos dan
vergüenza estos y otros hechos, que son inocultables. El que se difundan en los
medios de comunicación no siempre refleja una campaña de difamación contra la
Iglesia, sino es algo que está mal entre nosotros y que nos urge a una renovación
personal e institucional….¡Hay pecados en la Iglesia! .
Por
otra parte, es muy alentador y consolador convivir con hermanos que desgastan
su vida en muchos servicios evangelizadores.
Pueden
no tener muchos estudios, pero tienen un corazón noble y generoso, están
dispuestos a dar su tiempo y sus pocos recursos para que la Iglesia se haga
presente en muchos ambientes. Es una Iglesia de los pobres, que son su
orgullo y esperanza.
Hemos realizado el segundo retiro espiritual para promover misioneros en
las periferias, con 84 participantes de Bachajón y Chilón, algunos
de ellos mestizos y la mayoría tseltales.
Aunque
todos ya dan algún servicio evangelizador, manifestaron su disposición para
hacer llegar el amor de Dios a ambientes a los que de ordinario no llegamos.
Esta
es la Iglesia que no aparece en la televisión, pero que es la más real y
mayoritaria.
PENSAR
Jesucristo no escogió ángeles para continuar su servicio
salvífico, sino seres humanos frágiles y pecadores.
Es
el caso de Pedro y Pablo, así como de los demás apóstoles. Se reconocen
indignos de la vocación a que son llamados.
La
Biblia nos narra con toda humildad sus fragilidades, sus errores y pecados; no
los diviniza, pero Jesucristo advierte claramente que la Iglesia es obra suya,
y que los poderes del pecado no la destruirán.
Esto
nos alienta y nos sostiene.
Aunque
los sacerdotes y obispos fallemos, Jesucristo es el cimiento de la fe de los
creyentes.
Los
ministros nos pueden decepcionar y desalentar, pero nuestra fe está centrada y
cimentada en el Señor. Nuestro único Salvador es Jesús.
El
Papa Francisco, siendo muy realista con los pecados eclesiales, nos alienta con
estas palabras: “Siento una enorme gratitud por la tarea de todos los que
trabajan en la Iglesia.
No quiero detenerme ahora a exponer las actividades de los
diversos agentes pastorales, desde los obispos hasta el más sencillo y
desconocido de los servicios eclesiales.
Pero tengo que decir que el aporte de la Iglesia en el mundo
actual es enorme.
Nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos
miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos
cristianos dan la vida por amor: ayudan a tanta gente a curarse o a morir en
paz en precarios hospitales, o acompañan personas esclavizadas por diversas
adicciones en los lugares más pobres de la tierra, o se desgastan en la educación
de niños y jóvenes, o cuidan ancianos abandonados por todos, o tratan de
comunicar valores en ambientes hostiles, o se entregan de muchas otras maneras
que muestran ese inmenso amor a la humanidad que nos ha inspirado el Dios hecho
hombre.
Agradezco el hermoso ejemplo que me dan tantos cristianos
que ofrecen su vida y su tiempo con alegría.
Ese testimonio me hace mucho bien y me sostiene en mi propio
deseo de superar el egoísmo para entregarme más” (EG 76).
ACTUAR
Tú, que eres parte de esta nuestra Iglesia, pregúntate si con tu
vida eres una vergüenza para tu madre que te engendró a la vida de Dios, o eres
motivo de sano orgullo y esperanza.
La Iglesia no es sólo la jerarquía, sino todos los bautizados.
Y de cada uno depende que la Iglesia sea una presencia viva de
Jesús, una cercanía amorosa y respetuosa del Padre hacia los que sufren, una
fuerza dinamizadora de la pastoral en tu parroquia o comunidad.
No pongas como pretexto para tu comodidad y egoísmo apostólico
los malos testimonios de los pastores. Pide al Espíritu que tu fe sea adulta.
Con información de Monseñor + Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas
* Gustavo Antonio Rangel
- Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.
- Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.
- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.
- Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.
-Actualmente cursa la Maestría en Comunicación y Educación.
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