viernes, 29 de junio de 2018

SALUD DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI

* Gustavo Antonio Rangel

Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México.


Ciudad de México a 29 de Junio de 2018

SALUD DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI
Artículo de Fondo

* Por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México



En pasados meses el mundo católico se cimbro tras unas supuestas declaraciones del Santo Padre Emérito Benedicto XVI: “por el lento decaer de las fuerzas físicas”…“Estoy en peregrinación hacia casa”, escribió Josep Ranzinger. Lo hizo en una carta dirigida al periodista de ´il Corriere della Sera´, Massimo Franco (7.2.18), en la que agradece el interés de los lectores y reconoce las dificultades del periodo que está atravesando al final de sus días.

Y efectivamente, las noticias y especulaciones no se hicieron esperar sobre su salud, a tal grado, que el Vaticano tuvo que emitir un comunicado aclarando lo sucedido. 

La sala de Prensa de la Santa Sede desmintió el 15 de Febrero de 2018, que el Papa Emérito Benedicto XVI, tenga una enfermedad paralizante o degenerativa, son falsas. Los rumores de medios alemanes como el Neue Post y otros internacionales, no han cesado.

Y todo eso ha pasado alrededor del Papa Emérito Benedicto XVI, que precisamente el 28 de febrero de 2018 cumplió el quinto aniversario de la renuncia al pontificado. 

Asimismo, Josep Ratzinger, actualmente tiene 91 años de edad y sus apariciones públicas son más excepcionales, lo que ha generado numerosos rumores.




SALUD DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI
Artículo de Fondo

* Por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México

Ciudad de México a 29 de Junio de 2018




 El Papa Emérito Benedicto XVI, se encuentra delicado de salud. Es evidente la lenta disminución de las fuerzas físicas; interiormente, ha dicho en febrero de 2018: "estoy en peregrinación hacia Casa". 

El mismo Benedicto XVI está consciente de ello, por eso reiteró en este verano que " es una gracia estar rodeado, en esta última parte de camino  a veces un poco fatigoso, de un amor y una bondad tales que no habría podido imaginar".

En este sentido -dice el Papa Emérito Benedicto XVI, no puedo hacer otra cosa que darle las gracias y asegurarles mi oración. 

Cordiales saludos, Benedicto XVI".

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EL ADIÓS DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI
Artículo de Fondo

* Escrito por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México

Publicamos ahora el presente artículo de fondo periodístico escrito por Gustavo Antonio Rangel, Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, que aborda el análisis de la crítica progresista durante el pontificado de Benedicto XVI.

Con amor y profundo respeto a Josep Ranzinger “BENEDICTO XVI”–Papa Emérito de la Iglesia Católica-: Hombre de Iglesia, Preclaro y celoso sacerdote, culto teólogo que supo poner “orden” al interior de nuestra amada y Santa Iglesia Católica.




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BENEDICTO XVI ANTE LA CRÍTICA PROGRESISTA
* Escrito por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México

Ciudad de México a 29 de Junio de 2018






Las acusaciones “gratuitas” que lanzan sectores progresistas contra la investidura del Papa Emérito Benedicto XVI, nos lleva a reflexionar el por qué se empeñan en el descrédito de la autoridad pontificia; y al mismo tiempo, invita para aclarar sus inquietudes.

 " Rezad por mí, con el fin de que no me amedrente, por miedo, ante los lobos ".   
Benedicto XVI. 

Desde que el S.S. Benedicto XVI, fue electo Sumo Pontífice el 19 de abril de 2005 y hasta su renuncia el 28 de Febrero de 2013, asumió el triple encargo de gobernar, adoctrinar y santificar a la grey de Jesucristo, bajo el lema “humilde trabajador de la viña del señor”; lo cual ha incomodado a ciertos grupos mal intencionados que continuamente “a vuelo de pájaro” ponen en tela de juicio su resplandeciente gestión pastoral, capacidad, virtud y lucida energía que desarrolla en lo cultural, espiritual y litúrgico.

Muchos hijos que pretenden ser - y se llaman progresistas -, han desencadenado una constante cantidad de acusaciones “gratuitas” contra la investidura del Santo Padre, tan sólo porque  desde el inicio de su reinado, confió su servicio pastoral  ininterrumpido e inquebrantable a la enseñanza de la VERDAD. 

Y esto les duele hasta “el tuétano”; motivo por el cual han exaltando con más fuerza la bandera del pragmatismo, nihilismo, relativismo, cientifismo, modernismo y postmodernismo.

Muchos de ellos, que “salieron de entre nosotros, pero que no son de los nuestros”, parecen experimentar un vivo placer bajo una efervescencia de crítica violenta, que busca  anonadar todas las acciones posibles del Sucesor de Pedro.

Las condenaciones  van por lo que dice, por lo que deja de decir, por lo que hace, por lo que no hace, por el modo como lo hace y por el modo como no lo hace, y si algo significa ello no puede ser sino un continuo lanzamiento de críticas acerbas, sin una gota de amor, ni respeto por el Sumo Pontífice, ahora emérito. 

Lo anterior llevó a plantear la siguiente pregunta de los especialistas: ¿por qué se le combate tanto al Santo Padre?, y la respuesta de semejantes reproches son porque “se han cometido graves errores por parte de algunas instancias de la Santa Sede, lo cual ha sido ocasión para provocar una avalancha de agresiones, hiriendo de forma grosera la dignidad del papado y a la persona misma de Benedicto XVI”, respondió, Joaquín Allende, presidente Internacional de la A.I.N, asociación caritativa católica de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

No obstante, en medio de “la niebla”, la personalidad de Benedicto XVI, se sobrepone, y por extraño que pueda parecer resulta un peligro latente para las fuerzas contrarias a la Iglesia, que a decir de ellos, el Santo Padre y nadie más tiene la culpa de todo cuanto padecemos en la Iglesia.

Y más aún, se considera peligrosa la figura del Vicario de Cristo, ya que ha cometido la audacia de condenar constante y categóricamente los graves problemas que afectan al ser humano de todo el mundo.

Por esta última razón, Benedicto XVI –durante cinco años- fue una piedra en el zapato para los sectores progresistas; y por ello, ha ganado condenaciones de los sectores más radicales, a tales extremos, que los verdaderos cristianos “que por supuesto, son ellos” se ven obligados y no ven otra salida más que juzgar-criticar a su Santidad.

Sin embargo, estas mismas personas que desean verlo callado, arrinconado y escondido en la Santa Sede o en su monasterio, olvidan la divina promesa de Cristo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” …y he aquí que “los poderes del infierno” no prevalecerán contra la Iglesia, por que ella está fundada en piedra…¡Vaya gruesas palabras para ellos; solemne profecía para nosotros!.




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La Iglesia que fundo Cristo es verdadera en sí mima e indefectible, no obstante de fallas humanas que puedan tener sus miembros.

Y si examinamos que es integrada y dirigida por hombres, está expuesta incesantemente a deformación y corrupción.

Por eso, los Papas, en todas las épocas, han tenido que enfrentar a problemas de diferentes modalidades, pero con el mismo fondo: codicia, lujuria, difamación y soberbia, que se traduce en ataques sinuosos a la Divinidad de Cristo y a sus miembros que lo representan.

Sí revisamos cada una de las épocas de la Iglesia, nos topamos que volvemos siempre a dar en lo mismo: El Papa sufrió agravio y persecución, tal que algunos discípulos de la “Iglesia Primitiva” mejor predicaron en las catacumbas antes de gozar de la libertad otorgada por Constantino el Grande, cuando promulgó en 313, el Edicto de Milán.

Y por esta situación, hubo tanto fervor que uno de los problemas al que enfrentó la Santa Madre Iglesia, es la rebelión hecha por alguno de sus hijos que se separaron de ella, argumentando fallas de la cabeza, que han “corrompido” al Cristianismo. 

Pero esta posición en contra de la figura del Papa -a lo largo de los siglos-, contiene afirmaciones gravísimas, como aberrantes, y ha sido un mar de críticas con profundidad de un milímetro.

Así lo vemos con la separación de las Iglesias Orientales de Roma, promovidas por Focio; también, durante la liviandad e inmoralidad del Renacimiento, cuando Martín Lutero se rebeló contra el Papa León X; y los que le siguieron por el mismo camino torcido, abandonando a la verdadera Iglesia de Cristo.

Es bien sabido que desde la Edad Media, se dieron muchos casos para producir desconcierto en la gente y su relación con la autoridad pontificia, que se prolongó hasta la Edad Moderna, ya que se sostuvo la tesis de que todo Papa que llegaba a la silla de Pedro, era ilegitimo, hereje, cismático y que en consecuencia, la Iglesia estaba acéfala, sin timón y sin rumbo fijo.

Pues bien, cómo estaría la cosa que -los enemigos progresistas- durante el llamado “Cisma de Occidente” buscaron que la Iglesia cayera en confusión, aceptando hasta tres Papas que peleaban entre sí, con tal de llegar al Solio de San Pedro.

Estudios serios han explicado que los ataques al Santo Padre, representa la codicia -disfrazada en plaga- y tuvo como objetivo, manchar la legalidad del Sumo Pontífice: primero minimizarlo y después, decapitar la cabeza del Cuerpo de la Iglesia.

Pero hemos de decir que volvió a caminar gracias a la Divina Providencia y sobre todo por la promesa de Cristo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Esto confirma que pese a trifulca en contra del sucesor de Pedro, el cuerpo siempre ha respetado la figura del Sumo Pontífice.

Ahora bien, la Iglesia tiene plena conciencia de haber logrado mantener la unidad en torno a su Cabeza, por eso “los poderes del infierno” no han prevalecido-.

Salvo excepciones a lo largo de los siglos que  no progresaron, y más bien, fungieron más como “poda” que de daño. Tal es el caso que data allá por los ochentas del siglo pasado, cuando Mons. Marcel Lefebvre +, actuó con acciones intransigentes, creando una comunidad cismática que deformaron la lealtad al Vicario de Cristo.

A la luz de lo anterior, recientemente se dio el caso de Mons. Richard Williamson, uno de los discípulos de la Fraternidad San Pío X, quien también, es integrante del mismo grupo de Lefebvre-; y causó “dolor de cabeza” a la Iglesia Católica, con pronunciamientos inapropiados que sacudieron y confrontaron las acciones del Santo Padre con la Comunidad Internacional.

Por tal motivo, se confirma el -adagio teológico- que dice de todos los Papas: “durante su pontificado, en menor o mayor grado han vivido tiempos sumamente difíciles” y han combatido debilidades y bajezas, que han salpicado la divinidad de Cristo.

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Benedicto XVI, como actual Papa Emérito, pese a las dificultades e incertidumbres del mundo; siempre pide a los inconformes: obediencia y disciplinarse sobre los fundamentos naturales que la Iglesia sólo interpreta y mantiene; refiriéndose al campo doctrinal y moral, el respeto a la vida y dignidad humana, el desenfreno sexual que arrolla la castidad conyugal, el divorcio, la protección a los jóvenes y la Familia; así como, la promoción por la paz, que son -al fin y al cabo- basamentos de los derechos de Dios y de la Santa Madre Iglesia Católica.

Entonces, ¿cómo es posible que sus detractores se empeñan en el descrédito de la autoridad Pontificia Emérita?...¿cómo es posible que los sectores progresistas señalen al Santo Padre y le pongan “etiqueta negativa” que lo mantiene encumbrado como ortodoxo que atenta contra la modernidad?...¿cómo es posible que los “neopaganos” soliciten a Benedicto XVI –ahora que está retirado-, permita el quebranto sobre sexualidad, matrimonio, aborto, eutanasia, disfunción familiar, celibato eclesiástico, sacerdocio femenino y otras calamidades de la postmodernidad?.

Lo anterior es fuerte y deja mucho que desear; sin embargo, para el Papa emérito, no hay nada mejor que salvaguardar el bien común en tres órdenes: Dios, el hombre y el mundo, según lo dicta la doctrina apostólica. Recordemos, por ejemplo, cuando el domingo 22 de febrero de 2009, Bendicto XVI, pidió a la Grey “que lo acompañéis con vuestras oraciones a fin de que pueda cumplir fielmente la elevada misión que la Providencia divina le ha encomendado como Sucesor del apóstol San Pedro".

Y en respuesta, el cuerpo de Cristo de los cinco continentes le ha manifestado su más profunda adhesión y comunión eclesial, recordándole que “la grandeza de Dios brilla más en la pequeñez del hombre; o bien, para decirlo con frase rotunda de San Pablo, “la omnipotencia del Cielo, en la debilidad del hombre se perfecciona”. ( 2 Cor. 12, 9).

Por citar un ejemplo, tenemos la hermosa carta que le envió Mons. Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, en la cual resalta los errores de “los enemigos de la Iglesia que aprovechan todas las oportunidades para atacar al Papa”.

Al mismo tiempo, el Emmo. Demetrio Fernández, reprendió a los hijos de la Iglesia que se hacen “gallitos”, oponiéndose a la autoridad pontificia. Además, fue contundente al señalar que “el Papa es el vicario de Cristo en la tierra, es el dulce Cristo en la tierra. El Papa constituye el signo de unidad de todos los discípulos de Cristo.

Él sirve a la Iglesia proponiendo la verdad del Evangelio con la autoridad recibida de Cristo. Él gobierna la Iglesia con la misión de reunirnos a todos en la unidad querida por Cristo. El nos santifica con la gracia de Cristo. Él es como el padre de una gran familia, que merece el respeto y el cariño de todos sus hijos”, concluyó.

Por eso, tenemos que Cristo escogió para que continuara su obra a S.S. Benedicto XVI, ahora como Papa Emérito; y él - en respuesta - ha sabido mantener su nueva posición dentro de la Iglesia en los cauces de la Verdad y de la moral; méritos que aprendió en su infancia y adolescencia.

El Santo Padre emérito en varias ocasiones ha recordado que en el seno de la familia y en la guerra, forjo los cimientos que le ayudaron a descubrir la belleza y la fe en Cristo y los ha llevado con orgullo, siempre y a todas partes; buscando con ello, que nada impidiera reavivar su deseo de ser soldado del señor y colaborador de la verdad.

Y congruente con este criterio, la misión vivificante del Santo Padre, descansa en su autoridad moral que ha crecido al grado de que su voz se escucha con más fuerza, convirtiéndolo en un líder espiritual de talla mundial; su acción pastoral sobresale por ser  culto, educado, de ideas claras y firmes; rico en valores, de gran coherencia, de Fe firme, de esperanza cierta y caridad activa; además está preocupado por rescatar las raíces civiles, cristianas, y la pobreza espiritual que aflige al corazón del hombre contemporáneo y a su debilitamiento de los ideales humanos y espirituales.

Por ello, a Joseph Ratzinger se le recuerda -desde el año de 1982- cuando tuvo que cumplir delicados encargos de la Curia Romana, entre ellos, el de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; luego cinco años como Sucesor de Pedro, y ahora como Papa emérito, ha llevado su pontificado de manera distinta, a lo más alto, con acciones que vislumbran a la Iglesia para que siga siendo UNA en torno a su cabeza y visible para el pueblo de Dios.

Y sólo por no pasar por alto lo que se ha dicho, mencionamos siete razonamientos importantes de la acción pastoral del Vicario de Cristo en cinco años de Pontificado:

1- Benedicto XVI, ha hecho valer en todo momento la aceptación del Concilio Vaticano II, y en particular la Declaración "Nostra Aetate" sobre las relaciones con el judaísmo y con las relaciones no cristianas.

2-  El Santo Padre ha señalado en diferentes foros que en la Iglesia católica no hay espacio ni para el antisemitismo ni para la negación del Holocausto. Y ha expresado su solidaridad con el pueblo hebreo, diciendo que “la Shoah sea para todos advertencia contra el olvido, contra la negación o el reduccionismo”.

3- Benedicto XVI se ha referido a la crisis de la Familia, como una de las preocupaciones más grandes de la Iglesia, y exhorta a los sacerdotes a ser “heraldos” de la indisolubilidad del matrimonio, tratando con afecto a todos, también a los divorciados vueltos a casar. “El punto de partida es para ayudar a los cónyuges a descubrir la realidad natural del matrimonio y su importancia en el plano de la salvación”, puntualizó.

4- El Vicario de Cristo, es un maestro e investigador del imperio de la verdad, que es la UNIVERSIDAD; ha enseñado y dictado conferencias en centros de estudio como Freising, Munich, y en “la Sapienza” de Roma. Pese a que recién, fuerzas contrarias a la Iglesia, en nombre de la laicidad y la irracionalidad, buscan que su mensaje de valores no llegue a las aulas universitarias.

5-El Papa como acto de “misericordia paterna” ha decidido levantar la excomunión a los cuatro obispos ordenados en 1988 por monseñor Marcel Lefevre, como un “ministerio del Sucesor de Pedro”, y añadió que es “explícito” deber del Pastor “la llamada a la unidad”.

6- El Santo padre ha sido un gran impulsor del uso del latín y lanzó la publicación del “motu proprio” Summorum Pontificum, sobre el rito extraordinario para asegurar la UNIDAD en la Iglesia; pues considera que en ella "nadie está de más". También, con el levantamiento de las restricciones para celebrar la misa tridentina, y la celebración de los ritos eclesiásticos en latín, el Papá y la grey Católica desean la UNIDAD perenne en la Iglesia milenaria que fundo Cristo.

7- En suma, Benedicto XVI sueña con una Iglesia UNIDAD, que debe lograr sintetizar en sí misma la unidad interna y el anuncio generoso del Evangelio al mundo. Por eso, su Santidad ha promovido la UNIÓN con Cristo, y de ahí, ha tomando en cuenta el ecumenismo y el diálogo interreligioso, porque considera que “la unidad es ante todo una prerrogativa de Dios, que existiendo en tres Personas y es Uno en una absoluta unidad”, concluyó.

Lo anterior, nos habla de como Benedicto XVI, El Papa Emérito, se deja ver a través de su obra apostólica, y tendríamos que reproducir todas las acciones de su Pontificado, para admirar aún más su grandeza; y en la imposibilidad de tal cosa, nos concretamos a decir que el Santo Padre da la cara de la verdad -ante la crítica progresista- siempre bajo un signo de Unidad y de agrupación del Cuerpo de la Iglesia en torno a la figura del Pontífice.

Y esto confirma la promesa solemne de Cristo: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificare mi Iglesia”.
  
Pero hemos de repetir una vez más, el panorama del momento actual de la Iglesia nos impide cantar victoria; debido a los ataques y repudios por parte de grupos exaltados, de energúmenos que viven un mundo que no es el suyo; y que se levantan en contra de la máxima autoridad de la Iglesia católica, pretendiendo en su orgullo descalificar las acciones del Santo Padre; y alzando su inconformidad de acuerdo a su interés, promoviendo la bandera en la que la mentira se levanta y le dice a la verdad: “Yo soy la verdad y tú eres la mentira”.

La realidad nos dice que la niebla ha sobrevenido llena de críticas acerbas, y se ha hecho tan espesa que a veces no deja ver las cosas claras, ni siquiera en la misma Santa Sede. Sin embargo, ante los hechos condenatorios, la barca de Pedro sigue remando ahora con el Papa Francisco, bajo la fuerza del Espíritu Santo; y la Unidad.

Reflexionando el Pontificado de Benedicto XVI se puede resumir como un Faro sólido que se mueve bajo el Don de Dios y cuya luz llega muy lejos, porque alumbra desde muy alto. Y es una luz morigerada que a cinco años de su renuncia, sigue brillando y da Pan de vida intelectual a los gentiles, para evitar naufragios que causen infelicidad al pueblo de Dios.

En suma, en estos momentos de crisis, es cuando se reconoce la grandeza de Benedicto XVI, quien ha sabido durante su pontificado y tras su retiro, interpretar la unidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; pero sobre todo, ha logrado combatir con sabiduría y verdad la niebla que ha invadido el palacio del Vaticano.

Gustavo Antonio Rangel


 Gustavo Antonio Rangel

- Es un Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- De 2009 a 2016, fue fundador y Coordinador de la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.









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