* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
Ciudad de México a 9 de Agosto de 2015
AGRAVIO A IGLESIA CATÓLICA
Las
acusaciones “gratuitas” que lanzan sectores progresistas contra representantes
de la Iglesia Católica de México, nos lleva a reflexionar el por qué se empeñan
en el descrédito, y al mismo tiempo, invita para aclarar sus inquietudes.
AGRAVIO A IGLESIA CATÓLICA
Actualmente graves riesgos
amenazan a tres de cada 10 Sacerdotes de
las distintas Provincias Eclesiales de la república mexicana, debido a que
reciben intimidación directa por algún grupo anticatólico, político, policial o
del crimen organizado, especializado a resaltar campañas de odio contra la fe
católica y que a veces se consuman en homicidios.
Un análisis reciente indica que
las agresiones violentas en algunas entidades del país, han elegido como “blanco
de sus ataques” a Sacerdotes, Religiosos, Obispos, e incluso a Cardenales, tan
sólo porque desde el ejercicio ministerial, Comisión o Dimensión Pastoral, han
cometido la audacia de condenar los graves problemas económicos, políticos y
sociales, derivados de la severa crisis de violencia que afecta a México.
Dichos grupos que atacan a la Fe católica,
destacan por ser un puñado de personas y
activistas minoritarios, que con “tácticas ventajosas” confunden a la opinión
pública, manifestando un equivocó mensaje lleno de críticas acerbas, y
calificando en particular, a los sacerdotes mexicanos como “pederastas”, y en
general, a la Iglesia católica como criminal.
De ahí nacen las grandes patrañas
que pueden inculpar o perseguir a sacerdotes -para formar opinión pública negativa-; la peor de todas es, sin
duda, la pederastia y pornografía infantil. Ha sido la campaña más
desvergonzada y atrevida desde hace una década, porque argumenta como un
“estribillo” que la Jerarquía Católica lo aprueba; lo cual es una mentira que
debemos explicar puntualmente a la sociedad.
De esto saben mucho los mexicanos
y por mencionar un caso, tenemos el que se refiere al Arzobispo Primado de
México, Emmo. Sr. Norberto Rivera Carrera, quién desde 1994, sufre acoso, toda
vez que se pretende vincular con presuntos actos de encubrimiento de pederastia
del sacerdote Nicolás Aguilar, y de cuyos actos, el Cardenal Rivera Carrera fue
totalmente ajeno. Así lo reportó la Arquidiócesis de México en Marzo de 2009,
cuando, la Suprema Corte de Justicia del Estado de California, en los Estados
Unidos, a través de una resolución, declaró improcedente la demanda contra el
sucesor de Fray Juan de Zumárraga.
En otros casos, se intenta culpar
a sacerdotes a través de “voceros oficialistas”, que no saben perder una, y han
tratado de acusar a la Iglesia y propiamente a los religiosos con pretextos
baladíes.
Por ello, las condenaciones
contra sacerdotes van en aumento y están a la orden del día, pese a que la
sociedad mexicana ha sido familiarizada con los ataques contra presbíteros, y
para algunos, ya no es noticia, lo cual facilita que la campaña de odio sea más
incisiva, y se intensifique cada vez más con agravios, que derivan con mayor
frecuencia en falsas acusaciones, amenazas, agresiones, violación a sus
derechos inalienables y asesinatos.
Según las acciones, se trata de culpar a los religiosos por lo que dicen,
por lo que deja de decir, por lo que hacen, por lo que no hacen, por el modo
como lo hacen y por el modo como no lo hacen, y si algo significa ello, no
puede ser sino un continuo lanzamiento de críticas acerbas, sin una gota de
amor, ni respeto por los presbíteros mexicanos.
Por todo esto, en México, después
de los periodistas, el ministerio Sacerdotal se ha convertido en una labor de
riesgo, por el mayor índice de magnicidios.
También, falta subrayar lo que se
refiere, en general, a la Iglesia Católica, que a decir de ellos, ha dado
nuevas pruebas de su “capacidad criminal”, porque ésta en contra del aborto, y
uso regulado del preservativo.
Además, califican a la institución
como “criminal, manchada de sangre, mentirosa y genocida”.
No obstante, la sociedad sabe que
la defensa por la vida, es una de las más caras banderas de la Iglesia católica
mexicana, tal como reza su objetivo: «desde su fecundación hasta su fin
natural».
Y uno de los retos es reprobar la
injusticia y en consecuencia, el aborto, donde quiera que se cometa, aunque su
condenación resulte en desventaja para corregir el abuso.
Ante esta situación, nos
preguntamos: ¿ésta es la verdadera libertad religiosa que se vive en México?.
¿A quién le conviene que sigamos
así?.…sí es bien sabido que los presbíteros no desean la violencia.
Sin embargo, el ministerio
sacerdotal mexicano, se presenta hoy, en zonas donde prolifera el crimen
organizado, bajo un ambiente hostil, lleno de críticas desagradables, toda vez que
los grupos que atentan contra sacerdotes, se valen de “querellas ya superadas”
y argumentos bien estudiados para intimidar, perseguir o coartar la libertad de
presbíteros, y tener así, un pretexto para la profanación de los templos
sagrados.
Pero hemos de repetir una vez
más, el panorama del momento actual de la Iglesia en México no es alentador, debido
a los ataques y repudios por parte de grupos exaltados, de energúmenos que viven
un mundo que no es el suyo.
Y si eso ni fuese suficiente, se
levantan en contra de los religiosos, pretendiendo en su orgullo descalificar
las acciones de la Iglesia mexicana, y alzando su inconformidad de acuerdo a su
interés.
Lo anterior llevó a plantear la
siguiente pregunta de los especialistas: ¿por qué se le combate tanto a
sacerdotes de la Iglesia Católica en México?, y la respuesta de semejantes
reproches es porque por extraño que pueda parecer los religiosos resultan un
peligro latente para las fuerzas contrarias, que a decir de ellos, la iglesia
católica y nadie más tiene la culpa de todo cuanto padecemos en México.
Y más aún, se considera peligrosa
la figura de Cardenales, Obispos y sacerdotes, ya que son promotores de la
defensa de la vida y de la Familia, que a través de
sus acciones promueven la solidaridad y el humanismo en la sociedad mexicana.
Por
eso, entendemos que sí algo le corresponde a la Iglesia, y a sus miembros, es
un respeto que se han ganado a través de los siglos.
Y
contrariando la opinión de las fuerzas contrarias a la Fe católica, decimos con
plena conciencia que la Iglesia no es criminal.
Finalmente, quiero confiar como muchos católicos mexicanos en que ya no
tarde mucho la hora en que se respete totalmente la vida y los derechos inalienables
de la mujer, la Familia, y religiosos, que es uno de los principales fines que
promueve la Santa Madre Iglesia, y debe ser por ello, considerada y respetada.
- Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.
- Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.
- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.
-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.
-Actualmente realiza estudios de Maestría en Educación y Comunicación.
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