jueves, 28 de mayo de 2015

VOCES DE JUSTICIA POR MÉXICO

* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.


Ciudad de México a 28 de Mayo de 2015

VOCES DE JUSTICIA POR MÉXICO


   -En el marco de la creciente ola de agresión, asesinatos y desapariciones forzadas en México, el Episcopado mexicano y sacerdotes de diversas diócesis del país, siguen expresando un rotundo ¡Basta ya!... y enfatizan:  “No queremos más sangre”. 


     -La iglesia mexicana demanda a participar para construir una nación en la que se valore la vida, dignidad y derechos de indígenas, migrantes, mujeres, niños, jóvenes y ancianos para restaurar la justicia y paz del país.

    -Toda vez que autoridades de algunas entidades como Guerrero, Morelos, Michoacán, Sinaloa, Jalisco y Tamaulipas, brindan poca o nula protección contra atentados, sobre todo, a ciudadanos en dichas zonas de alto riesgo donde prolifera la inseguridad y operan los grupos del crimen organizado.



VOCES DE JUSTICIA POR MÉXICO
Los Obispos de México, levantan un clamor general contra la alta incidencia de violencia que vive nuestra nación, por los actos que han sido perpetrados durante el último trimestre en distintas entidades del país -sinonimo de barbarie-, y que causó derramamiento de sangre contra inocentes.
Los recientes acontecimientos de violencia en distintas entidades del país han encendido el semaforo en amarillo. Toda vez que en días pasados la sociedad mexicana fue sacudida, por los acontecimientos de felonía contra algunos municipios de Jalisco, Guerrero, Morelos, Michoacán y Tampico, perpetrados por el crimen organizado durante el último trimestre. 

Los hechos hablan más que las palabras y como es bien sabido, lo sucedido tiene indignado a todo el país.

Los ataques salvajes, despiadados e injustos que causo derramamiento de sangre contra inocentes; levanta  - ¡y con justa razón! - un clamor general de la Iglesia de México, y propiamente de los Obispos, para combatir la alta incidencia de violencia que se vive y atenta contra la vida y naturaleza de los mexicanos. 

El móvil intelectual y material no justifica los medios de los agresores en Jalisco, Guerrero, Morelos, Michoacán y Tampico; cualquier excusa no justificaría la consecuencia de matar - a sangre fría -, a inocentes y dejar heridos a personal de la policía municipal y Federal. 

Además, del agravio causado al honor de las familias afectadas y la impotencia de aplicar un castigo con severidad a los culpables.

Lo anterior ha hecho manifestar otra vez, en voz de la Jerarquía Católica, la urgencia de restablecer en México, un cerco común contra la acción agresora que comete delito con alevosía. 

Y no se trata de un revanchismo con tintes en la expresión de la Ley del talión. 

Tampoco, pensar que -“se te hará lo que hagas”-; o también, -“se te medirá con la vara que midas”-. 

Sin embargo, el caso de  las entidades como Jalisco, Guerrero, Morelos, Michoacán y Tampico, sí amerita un fuerte castigo ejemplar con todo el peso de la Ley, a los que cometan un acto de barbarie como lo sucedido en estas regiónes, con el fin de que sus odios y rencores se moderen. 

Es lo mínimo que pide la opinión pública de México en legítima defensa, para quién comete un ataque sorpresivo que altere la vida social, tranquilidad y confianza de una sociedad trabajadora.

Y es que, la falta de represión y de castigo con severidad, son causa de que el crimen organizado prolifere y se generalice. 

La agresividad, secuestros, asaltos con violencia, son la principal manifestación constante de las organizaciones criminales y de sus secuaces que trabajan a la luz de la complicidad o ineficacia de quienes están a cargo de la Seguridad Nacional; y por lo anterior, todo parece indicar que la historia se repite una vez más y la impunidad triunfará de nuevo. 

De manera que se consagra pues la idea, según los recientes sucesos, de que México –tristemente- es el paraíso de la corrupción y de la violencia; simplemente, por la impunidad que prevalece, sobre todo a favor de los que gozan de influencias.

No obstante, ante los hechos cometidos en Jalisco, Guerrero, Morelos, Michoacán y Tampico, debemos unirnos en lo sucesivo; sino hacemos algo a favor por nuestra patria, como lo recomienda la Iglesia de México, el terrorismo será cáncer maligno expansivo que atentará contra la institución familiar; y por si fuera poco, será triste herencia del pecado y patrimonio de los mexicanos del mañana.

Y aún hay más, sí, por desgracia, y a causa de nuestra dejadez y quizá complicidad no actuamos o protestamos, como lo hacen Obispos de los cuatro puntos cardinales del país, las consecuencias serán graves para todos los mexicanos; y es que mientras no se declare el combate abiertamente contra la violencia e inseguridad, no podrá erradicarse del todo.

Por eso, la Voz del Episcopado Mexicano, se pronuncia con gallarda independencia en contra del mal que cobra vigencia, y al mismo tiempo, exhorta en la experiencia de la Doctrina Social Cristiana, para vencer a los ilícitos que llevan a la acción de un delito de personas que viven en un mundo que no es el suyo y que atentan contra la sociedad Mexicana. 

Asimismo, en este sentido, Cardenales, Obispos y sacerdotes, se solidarizan, también, con incansable reiteración con todo el pueblo de México, para que se busque vencer la indiferencia o el miedo; sobre todo, por la avanzada del mal; y lograr así, que nuestra nación vuelva pronto a la concordia y paz que le caracteriza.

Por su parte, las distintas Provincias eclesiásticas de México, han tomado en serio el llamado de la Jerarquía Católica y hoy en día, ya trabajan fuerte para que en las Diócesis, se dicte el camino hacia el bien común. 

Además, de promover un clima que invite a no violentar el orden moral que tiene todo individuo en las comunidades parroquiales. 

Sin duda, es difícil vivir la democracia en nuestro país, por ello, los obispos de México, están conscientes de caminar a Favor de la Paz, y son pacientes; acompañan a México y a los mexicanos en los esfuerzos nacionales; caminan con ellos en la búsqueda de construir un mejor país sin violencia.

Además, pese al panorama que se nos presenta, y que se manifiesta a través de la violencia, agresividad, secuestros, asaltos y atentados contra inocentes, muy al estilo de los profesionales de la violencia. Los Pastores de la Iglesia entienden que no se necesita castigar con la pena máxima, basta con atender los casos con mano firme y los cabecillas se convencerán que los mexicanos están unidos para restablecer la seguridad en nuestro país. 

De ahí que el Obispado Mexicano se muestre solidario con las distintas Voces de Justicia, que han hecho eco a los reclamos de la sociedad en General, entre otros tantos actores de la vida pública de México.

En suma, las voces de Justicia por México, buscan, ante todo, pugnar por el valor de las vidas humanas, de la integridad de las personas, de la seguridad pública y de la tranquilidad que debe privar en la sociedad mexicana.

Gustavo Antonio Rangel

Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.



-Actualmente realiza estudios de Maestría en Educación y Comunicación.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario