martes, 5 de mayo de 2015

FAMILIA Y COMUNICACIÓN

* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.


Ciudad de México a 05 de Mayo de 2015

La comunicación en el seno familiar juega un papel vital que demanda observar las normas morales de decencia, tolerancia y respeto a la protección de valores fundamentales de sus integrantes.



FAMILIA Y COMUNICACIÓN



En México uno de los problemas más candentes al interior del núcleo familiar, entre otros aspectos, es la falta de comunicación, debido a que no se practica el diálogo, la sana relación y el amor, que en consecuencia origina la desunión de los padres o de los hijos, que los lleva a imitar tendencias culturales que “aparentan” ser de primer mundo.   

Para algunos, la necesidad de vivir en pareja o ser padre y madre resulta en ocasiones complicado. 

Es bien sabido, que no es facil llevar a cabo un diálogo entre pareja, y puede ser porque no se está totalmente convencido de lo que busca y del rol que desempeña cada integrante al interior del seno familiar.  

Además, porque hombre o mujer siempre desea imponer su punto de vista y asume una actitud tendenciosa unilateral. 

Esto nos lleva a reflexionar y decimos que no se comparte el mismo fin.

Por lo tanto, se deberá explicar inmediatamente a todos y cada uno de los integrantes de la familia, cuales son sus responsabilidades para mejorar la comunicación y el bien común familiar. 

Se trata de evitar el derrumbe del amor y la desintegración en la familia mexicana, y para ello, debemos observar con atención los factores que interpelan las conductas en la vida de pareja y la relación entre padres e hijos.  

Asimismo, se deberá encarar los problemas con el diálogo sereno y buscar limar asperezas; platicar lo que pensamos e intercambiar sentimientos de honestidad en la relación.

Es decir, todos los miembros de la familia mexicana que viven aún en unión bajo el mismo techo, deberán promover las relaciones de ida y vuelta: entre padre-madre, padre-hijo, madre-hijo, padre-hija, madre-hija, hermano-hermano. 

Esto aplica para los hijos, aún después de contraer nupcias. 

Y en nuestras manos está propiciar la crítica sana –constructiva-, y respetar los gustos, deseos y opiniones de los demás, sin afectar la dignidad de algún integrante en el seno familiar. 

En cuanto a la sociedad, se deberá reconocer el derecho de cada una de las familias mexicanas a vivir la vida pública y privada como mejor le plazca, -digamos-, esto es, hasta cierto punto aceptable, siempre y cuando observe las normas morales de decencia, tolerancia y respeto a la protección de valores fundamentales que demanda la animación familiar.  

Quizá una posible solución en la vida de pareja y de familia, es evitar conductas más o menos escandalosas; recordemos, no debemos confundir la libertad con el libertinaje; de tiempo en tiempo a nivel mundial, vienen épocas en que las costumbres se desenfrenan y la que vivimos es una de ellas. 

Sin embargo, para un mal siempre hay un bien, y esto se origina a través del diálogo. 

La palabra se le dio al hombre para que pudiera entenderse y comunicarse con sus semejantes; es decir, en familia y en sociedad.  

Por lo tanto, la familia mexicana necesita de alimentar la solidaridad, la generosidad, compartir el pan en conjunto, regalar más tiempo a la esposa, al hijo, a la hija, al padre o madre y así conocer sus inquietudes y necesidades.  

La dimensión familiar en la actualidad es compleja, y queda claro que no es fácil llevar a cabo -para algunos- la comunicación en la familia. 

Esto significa que la comunicación, se nos presenta como un área de oportunidad en donde se deberá trabajar y controlar más a detalle los mensajes que se perciben, y tener así una conciencia crítica por parte de los integrantes del núcleo familiar, para evitar influencias disfuncionales. 

Esto incluye el control sobre las nuevas tecnologías y la Internet que ya interactúan y viven bajo el mismo techo de muchas familias mexicanas.

De ahí que es una oportunidad para que toda familia utilice las nuevas tecnologías, y al mismo tiempo, sus integrantes actúen en un ambiente de servicio y gratitud a la sociedad, bajo el concepto de la comunión. 

Por eso, hoy más que nunca, la comunicación juega un papel importante al interior de la familia en México, pese a las circunstancias que van contra su razón de ser.

A la luz de este fenómeno, entendemos que poco a poco se enciende una luz de esperanza, en donde la familia mexicana, retoma el camino de la palabra y avanza por el sendero de la verdad y del amor. Llevando como escudo a la comunicación, que sirve también, como una herramienta indispensable para el diálogo familiar. 

En suma, el concepto de comunicación en una familia mexicana, es muy grande y el beneficio de la palabra es infinito, porque ayuda a que todo integrante esté en constante renovación, dando como resultado, el conocimiento y el intercambio de ideas en la Institución familiar, que en consecuencia, será un indicador que nos dirá, si vamos madurando la relación de comunicación al interior de la célula de la sociedad.  

Gustavo Antonio Rangel

- Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.

-Actualmente realiza estudios de Maestría en Educación y Comunicación.



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