jueves, 3 de mayo de 2018

¡ DIOS ES LA MAR DE RARO !

* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
Ciudad de México a 03 de Mayo de 2018



 ¡ DIOS ES LA MAR DE RARO !
Escrito por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán

Con admiración y respeto dedico este artículo a la memoria del Sacerdote, Pensador y Periodista mexicano Antonio Brambila Zamacona, a 45 años de haber publicado su Libro: ¡ Que Dios es la mar de raro !..." editado por la casa editorial Geyser.


¡ Que Dios es la mar de raro !..." Es el título del libro escrito en 1973 por el sacerdote y periodista mexicano Antonio Brambila Zamacona. En el prólogo de su libro explica el porqué de ese título:

“Cuenta que un día, hace ya mucho tiempo, atendía en dirección espiritual a una joven religiosa que estaba pasando por un momento muy difícil en su vocación, uno de esos períodos de desolación y de sequedad espiritual en los que el alma sufre bastante interiormente, pero que Dios nuestro Señor aprovecha, de un modo misterioso, para purificarla y acercarla más a Él. Y el padre le decía que Dios juega a las escondidas con sus hijos, que se les oculta para hacerse desear y buscar; y luego se les manifiesta para volverse a esconder; y que, durante nuestra vida en este mundo, muchas veces nos muestra su amor en forma de castigos que nos desconciertan y nos hacen llorar y sufrir... La religiosa, tras un momento de silencio, concluyó: "¡pues, la verdad, Que Dios es la mar de raro!".



¡ DIOS ES LA MAR DE RARO !
Escrito por Gustavo -Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán


Con frecuencia no entendemos cuando pasamos por un sufrimiento, por un problema o situación que daña a nuestro entorno personal, familiar y social. Sin dudarlo, cuestionamos a Dios.

Y sí eso no fuera suficiente, “¡criticamos al Señor!”, pensamos que el todopoderoso no ayuda o que pone tantas pruebas. Lo que significa tener el corazón deprimido o envenenado.

Ante la falta de constancia para seguir en el camino del Señor, nos empeñamos en debatir una y otra vez a Dios…

¿Por qué nos suceden cosas?…¿Por qué yo?… ¿Por qué a mí?… ¿Por qué he de derramar lágrimas?… ¿Por qué me persigue la desgracia?... ¿Por qué la pena toca a mi puerta?...¿Por qué si soy un hombre bueno?…¿Por qué sí sigo los mandamientos?... ¿Por qué me mandas la enfermedad?…¿Por qué la muerte de un ser querido, sobre todo cuando aún es necesaria su presencia en este mundo?.

Sí se trata de discutir o reclamar a Dios, cientos de hombres y mujeres de poca Fe, se lanzan con todo a la yugular: ¿Por qué el Señor permite a veces que sintamos el dolor terrible de la depresión, la soledad, la tristeza, el abandono?.

En la actualidad discrepar contra el Señor se ha vuelto una constante. El hombre postmoderno se pregunta por qué no lo oye Dios. Y más aún, disiente contra el creador hasta por los males que padece nuestra sociedad:

¿Por qué el narcotráfico?.

¿Por qué la descomposición social?.

¿Por qué la corrupción?.

¿Por qué la desintegración familiar en nuestro país?.

¿Por qué todos los días en México un niño o niña es robado con fines de trata y es abusado sexualmente?.

¿Por qué ciertos problemas sin resolver, después de tantos años de haber luchado en vano por superarlos?.

¿Y por qué en nuestra Patria cada día hay varios crímenes horrendos que nos paralizan?.

¿Por qué el Señor permite miserias y bajos salarios?.

¿Por qué tantas injusticias contra las mujeres y el incremento del feminicidio?.

¿Por qué prevalece el robo a mano armada y abusos contra los pobres y débiles?.

¿Por qué Dios permite que en nuestro país asesinen a estudiantes, periodistas y sacerdotes?.

¿Por qué fracasan a veces los matrimonios, con tanto sufrimiento para la esposa o esposo, los hijos, los familiares?.

¿Y por qué no se puede rehacer la propia vida con otro hombre o con otra mujer después de haber fallado el primer matrimonio religioso?.

El cuestionamiento contra el Señor es infinito:

¿Por qué los conflictos en algunas entidades del país?.

¿Por qué las discriminación, la persecución y segregación de los pueblos indígenas a causa del color, la religión, la raza, la cultura o su condición social?.

¿Y por qué la corrupción en los distintos sectores de nuestra nación?.

¿Por qué el Narcotráfico que traga hombres, niños, mujeres y devora ilusiones de familias enteras, dejando un rastro de muertes tan espantosas y asesinados a sangre fría?.

¿Por qué nuestro país se volvió violento y ha sido violentado por el crimen organizado?.

¿Por qué el todopoderoso permite que las organizaciones criminales y sus secuaces trabajan a la luz de la complicidad o ineficacia de quienes están a cargo de la Seguridad Nacional?.

¿Por qué distintas comunidades en nuestra Patria viven bajo el fantasma del crimen organizado que los ha dejado en desgracia y zozobra?.

¿Por qué reina la acción agresora que comete delito con alevosía en México?.

Éstos y muchos otros interrogantes tocan a la puerta de nuestra mente y corazón sin encontrar suficientes respuestas del Señor:

¿Por qué?… ¿Por qué?… ¿Por qué?...¡ Dios es la Mar de Raro !.

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¡ DIOS ES LA MAR DE RARO !
Escrito por Gustavo -Antonio Rangel

Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán

¡ Que Dios es la mar de raro !...Así es… ¡ Dios es la mar de raro !. Rarísimo. Porque Dios es misterioso. Y esto para muchos fieles e incluso sacerdotes y religiosos les cuesta razonar.

Es bien sabido que Dios, por misterioso, no está a la merced de la voluntad de todos.

Afortunadamente es más bien al revés. El gran poeta León Felipe se preguntaba…¿Por qué no lo oye Dios?. Y se contestaba en seguida: Porque  “a Dios, como a los mexicanos, no le gusta que le hablen golpeado”.

Por eso, entre otras cosas, nos cuesta trabajo entender a Dios y a sus designios. El hombre de poca Fe enseguida se engalla exclamando: ¡ A mí no me escucha Dios !.

¿Cuantas personas a lo largo de la historia han negado a Dios?...

¿Cuantos han escupido al cielo y se han proclamado superior al todo poderoso?...

¿Cuantos han caído en la locura atea de retar al mismo creador del cielo y la tierra?.

La soberbia no permite ver más allá de nuestra nariz.

Nuestra insuficiencia para con Dios es evidente, no obstante, dependemos del ser misterioso ya que sin Él no se explica nada de cuanto existe.

Y es verdad: ¡No hay imposible para Dios!.

Sí alguna vez se pensó que “Dios no cumple antojos, ni endereza jorobados”. Esto fue un sueño de una noche de verano.

Y en el caso del hombre postmoderno a sabiendas de ser un pecador piensa sobre su propio pensamiento que Dios estará siempre a la hora que disponga su voluntad. Aunque las personas no crean o sigan a Dios.

La respuesta a esta paradoja se debe que algunos hombres desechan el sendero de Dios, porque creen ser igual o superior que Dios. Sin aceptar su propia insuficiencia radical como creatura.

Su dogmática cerrazón de negación a Dios los tiene prisioneros en una especie de retraso mental. Recordemos, solo el todopoderoso nos puede liberar de estancarnos en la mera ciencia postmoderna.

Esto nos lleva a confirmar que el secreto más grande de toda la existencia, es que vivimos colgados sobre la nada con un hilito delgado pero firme, que arranca de la mano de Dios.

Por eso, debemos reflexionar y preocuparnos por la BÚSQUEDA DE DIOS. Muchos no llegan cuando menos a esto, y se les viene la muerte sin que hayan tenido manera de averiguar  ¿ Por qué Dios nuestro Señor es misterioso ?.

Y es que para muchos el interrogante anterior no es prioridad.

Quizá porque sólo buscamos a Dios en la adversidad; es decir, cuando la desgracia y la pena toca a nuestra puerta. 

En tiempo de infortunio es cuando reconocemos a la Religión y al Señor.

Sin embargo, cuando gozamos de felicidad: Dios no existe para nosotros…¿es así?.

Aquí es cuando decimos que la mente nos engaña. Si negamos a Dios en los periodos cuando disfrutamos la fortuna y felicidad, porque creemos que el Señor nos ayudará en el infortunio, en el dolor de la enfermedad y la agonía.

En la desgracia es cuando buscamos al Señor ferozmente, argumentando en forma infantil ¿ Por qué todos los males vienen a mí?...¿Por qué Dios no me escucha?...¿Por qué juega a las escondidas?...¿Por qué Dios es la mar de raro?.





Lo que no entendemos, aún en la adversidad, es que en ocasiones, Dios busca de distintos modos y con su gracia incluirte en su Familia; además, desea que te puedas acercar a él.

Este contacto de Dios se puede presentar a través de alguna pena  o cuando experimentas la felicidad. Lo cual tiene el mensaje final para que te acerques a él cada vez más.

El Señor no desea que la pase uno mal. Por el contrario, busca una felicidad incesante e infinita para sus hijos, incluso cuando estemos viviendo penurias. Del mismo modo desea restablecer alguna desgracia que nos incomode a través de la prudencia y sabiduría.

Por lo tanto, si en la actualidad vivimos momentos de desolación y sequedad espiritual que nos llevan a la desesperación, lo más recomendable es dar gracias y alabar a Dios.

AGRADECER A DIOS…Porque nuestra vida carece de muchos malestares que otros hermanos padecen; por lo tanto, lo justo es dar gracias a Dios, porque nos ha tocado vivir tan poca desgracia en nuestra persona, familia y entorno.

El tener una actitud de gratitud, nos llevará a eliminar cualquier pena que nos agobie y en consecuencia nos acercará al sendero de la religión y de la felicidad. Pero lo más importante, nos acercará a la gracia y al estatus (la salvación) de Dios.

*Gustavo -Antonio Rangel


-Es un Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- De 2009 a 2016 fue fundador y coordinador la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.



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