jueves, 5 de abril de 2018

CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA

* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.


Ciudad de México a 05 de Abril de 2018


Publicamos ahora la investigación periodística CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA -reportaje eclesiástico-  de Gustavo -Antonio Rangel, Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán,  que con motivo en su décimo aniversario luctuoso a conmemorarse  este 10 de abril de 2018. 




CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA
+  ( In Memoriam  29-06-1919 / 10-04-2008 )


Décimo aniversario luctuoso del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, quien fuera Arzobispo Primado de México y artífice de la Libertad Religiosa de 1977 a 1994.


REPORTAJE ECLESIÁSTICO
Escrito por Gustavo –Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán

Pórtico

Publicamos ahora la investigación periodística CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA -reportaje eclesiástico-  de Gustavo -Antonio Rangel, Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán,  que con motivo en su décimo aniversario luctuoso a conmemorar este 10 de abril de 2018. El reporte periodístico aborda información de uno de los más ilustres Arzobispos Primados de México, durante los últimos cuarenta años en México.

La entrega CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA -reportaje eclesiástico- contiene información y extracto de artículos de prensa escritos por Gustavo –Antonio Rangel, publicado en las principales páginas web católicas de México, incluyendo el sitio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (C.E.M.), y el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (S.I.A.M.E).




CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA
+  ( In Memoriam  29-06-1919 / 10-04-2008 )

Décimo aniversario luctuoso del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, quien fuera Arzobispo Primado de México y artífice de la Libertad Religiosa de 1977 a 1994.
REPORTAJE ECLESIÁSTICO
Escrito por Gustavo –Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán

HACE 10 AÑOS EL CARDENAL ERNESTO CORRIPIO AHUMADA REGRESO A LA CASA DEL PADRE

El pueblo católico de México, conmemora la figura espléndida del Cardenal Emérito Ernesto Corripio Ahumada y participa con profundo respeto al recordarlo con gratitud y cariño en su décimo aniversario luctuoso, destacando la semilla sembrada y por su gestión resplandeciente cuando fue Arzobispo Primado de México del 19 de Julio de 1977, al 29 de Septiembre de 1994.
Ahora que se cumple el décimo aniversario luctuoso del Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, Arzobispo Primado de México. Llenos de alegría lo recordamos toda vez que nos dejo un legado como Príncipe de la Iglesia, desde la perspectiva del ejemplo y la palabra.

Don Ernesto Corripio Ahumada supo cultivar en su vida la gracia del Bautismo y alimentarla con Pan de Vida, que es reflejo del Cuerpo del Señor. El secreto de su rica personalidad se observa en su tenaz acción pastoral que daba seguridad, confianza y que proyectaba al pueblo de Dios.

El quien fuera Arzobispo Primado de México de 1977 a 1994, hoy contempla un cielo nuevo, y vive la Luz de Cristo con el Señor de los Cielos y la Tierra, a quien tanto amó y en quién creyó y esperó.
También goza de la presencia de Santa María de Guadalupe, que es madre y auxiliadora de los mexicanos.
Por ello, recordamos en su décimo aniversario luctuoso al Eminentísimo Cardenal Emérito Ernesto Corripio Ahumada, como uno de los más preclaros pastores que ha tenido la Arquidiócesis de México; reconocido en el mundo por su resplandeciente gestión espiritual y personalidad carismática, que lo llevaron a mejorar las líneas de acción de la Iglesia Católica mexicana y a buscar una patria con más libertad religiosa.
El señor Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, durante 17 años de labor al frente de la Arquidiócesis de México, se caracterizó por practicar una misión religiosa prudente; respaldó y abogó con ímpetu, el diálogo con los más prominentes políticos del régimen; provocando el libre debate para que se diera el proceso de acercamiento, que nos llevaría al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.
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CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA
Homenaje a la labor fecunda del Eminentísimo Señor Cardenal Ernesto Corripio Ahumada.




El Cardenal Emérito Don Ernesto Corripio Ahumada, uno de los más preclaros pastores que ha tenido la Arquidiócesis de México, es reconocido por su resplandeciente gestión espiritual y personalidad carismática, que lo llevaron a mejorar las líneas de acción de la Iglesia Católica mexicana y a buscar una patria con libertad religiosa, cuando fue Arzobispo Primado de México.

Sus funciones de buen pastor, siendo trigésimo cuarto sucesor de Fray Juan de Zumarraga, las desarrolló durante el periodo del 19 de Julio de 1977, al 29 de Septiembre de 1994; destacando en su ministerio, como Cardenal Presbítero, que le permitió, también, ser custodio de la venerada imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe del Tepeyac.

El señor Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, durante 17 años de labor al frente de la Arquidiócesis de México, se caracterizó por practicar una misión religiosa prudente, que ayudó a promover las relaciones Iglesia-Estado, con el apoyo del libertador providencial, Juan Pablo II, y de los artífices: Emmo. Cardenal Adolfo Suárez Rivera +, y el delegado apostólico, Mons. Girolamo Progione.

La labor fecunda del Cardenal Emérito Corripio Ahumada, nos habla de las actividades realizadas junto con sus hermanos obispos, quienes promovieron en el año de 1992, ante el gobierno del Presidente de México. Lic. Carlos Salinas de Gortari, las reformas al artículo 3º y al 130 constitucional, que resultó el primer logró para el proceso de restauración de la Libertad Religiosa en México.

Expresivo y sereno, Mons. Ernesto, también, tuvo reflexiones sobre la reforma a los artículos 5º, 24º, y 27º de la Carta Magna y fijo una postura de tomar en cuenta la justicia y equidad, para que se respetaran las libertades de los individuos y los derechos humanos.

Siempre mantuvo la conveniencia de que representantes de la Iglesia Católica, participarán en la reglamentación del artículo 130 Constitucional, porque aportarían situaciones para cumplir mejor su ministerio; y advirtió en todo momento que el nuevo reto era evitar que la Iglesia Católica se subordine ante leyes positivas.

Su palabra se escuchó en todo momento; respaldó y abogó con ímpetu, el diálogo con los más prominentes políticos del régimen; provocando el libre debate para que se diera el proceso de acercamiento, que nos llevaría al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.

Su obra en la Arquidiócesis de México, nos enseña cómo ser fieles al carisma de Cristo y a los tiempos; por eso, su actividad pastoral, como hombre de Iglesia, no se puede explicar si no se tiene en cuenta la acción social, los derechos humanos y la justicia social. Ahí, precisamente, puso su corazón, inteligencia, liderazgo y pasión de buen pastor.

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CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA


El Cardenal Emérito Ernesto Corripio Ahumada, nació el 29 de Junio de 1919, en la Ciudad de Tampico, Tamaulipas México; cursó estudios en el seminario de Puebla de los Ángeles, México, lugar donde confirmó ser un enamorado de la persona de Cristo.

  
Su ideal fue hacer palpable, aquí y ahora el rostro de Jesucristo y con plena conciencia, lo llevo con orgullo a todas partes; siendo seminarista, mostró su acrisolado amor a María Santísima de Guadalupe, a quién se entregó a tiempo completo; buscó en todo momento, que fieles de México y de otras naciones del mundo, se animaran a conocer su omnipotencia suplicante.

Y así lo práctico, cuando para concluir su etapa de formación, fue enviado a la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma. Italia. Ahí mismo, recibió la ordenación sacerdotal, el 15 de Octubre de 1942, y complemento estudios hasta el año de 1945; posteriormente, de 1945 a 1950, fue asignado como Pastor de la Diócesis de Tampico, desempeñando el cargo magisterial de Vice-Rector del seminario de Tampico y Secretario de la curia Diocesana en 1952.

Y precisamente en ese año, S.S. Pío XII, lo nombra Obispo Auxiliar de su Ciudad natal; recibiendo la consagración Episcopal en marzo de 1953; en el momento de su nombramiento tenía 33 años de edad y llamó la atención su dinamismo y liderazgo juvenil.

El 25 de Febrero de 1956, el Papa Paulo VI, lo nombró Arzobispo de Oaxaca, y el 8 de Marzo de 1976, fue trasladado a la sede metropolitana episcopal de Puebla de los Ángeles. Posteriormente, confiando en sus habilidades pastorales y administrativas, fue promovido a la sede metropolitana de la Ciudad de México, el 19 de julio de 1977.

Mons. Ernesto Corripio Ahumada fue creado Cardenal de la Santa Iglesia Católica, el 30 de junio de 1979, y fue miembro del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede, a partir del 31 de mayo de 1981.

Por su carisma y talante de buen pastor, el Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, tuvo varias encomiendas de las cuales las llevo a cabo con creatividad y dignidad.

Asistió al Concilio Vaticano II de 1962 a 1965, tomando participación sobre las orientaciones renovadoras planteadas por este importante acontecimiento eclesial. En lo que se refiere a nuestro país, fue Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (C.E.M.), en el periodo de 1967 a 1973.

Participó en la primera Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, en la Ciudad del Vaticano; también, asistió a la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que tuvo lugar en Puebla, México, del 27 de enero al 13 de febrero de 1979 y destacó como uno de sus tres presidentes delegados.

Fue comisionado como representante especial del Papa Juan Pablo II, al funeral de Oscar Arnulfo Romero Galdámez, Arzobispo asesinado de San Salvador, en El Salvador, el 30 de marzo de 1980.

Fue enviado especial del Papa Juan Pablo II, al Congreso Nacional Mariano, en La Paz, Bolivia, el 29 de enero al 5 de febrero de 1984; asistió a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Santo Domingo, República Dominicana, del 12 al 28 de octubre de 1992.

Y entregó al Santo Padre Juan Pablo II, su renuncia canónicamente al cargo Pastoral, al cumplir los 75 años, el 29 de septiembre de 1994.

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CARDENAL EMÉRITO ERNESTO CORRIPIO AHUMADA

La figura del Eminentísimo Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, al tomar posesión de la Arquidiócesis de México, resalta por su perfil de hombre de Iglesia: amable, austero y exigente consigo mismo. Supo insertar con dignidad su pensamiento de príncipe de la Iglesia a sus hermanos en el ministerio.

La capacidad de líder cristiano, le permitió conducirse con humildad y sencillez en sus actividades como Arzobispo Primado de México, que se movían en una atmósfera de fundamentales cambios políticos, sociales y espirituales.

La misión exitosa de Mons. Ernesto Corripio Ahumada, se debe a que reflexionó las palabras de S.S. Juan Pablo II, cuando en su primer viaje a México -enero de 1979-, les advirtió “que los sacerdotes no son líderes, ni dirigentes sociales, sino son guías espirituales y factor de unidad”.

Y por tal motivo, siempre fue prudente cuando se pronunció a favor de que el Gobierno de México, reconociera a los sacerdotes católicos, la totalidad de sus derechos civiles y políticos, que corresponden a todo ciudadano mexicano, enfatizando y aclarando que no deseaba participar en las luchas de los partidos políticos.

El Cardenal Emérito Ernesto Corripio Ahumada, llamó la atención pública, también, cuando se interesó para que “la Iglesia mexicana y el Gobierno caminaran juntos en la tarea de propiciar una mejor distribución de la riqueza y alcanzar una justicia social más plena”.

Su mensaje pausado, mesurado, supo convencer a quienes veían con “malos ojos”, que se diera un acercamiento entre la Iglesia y el Estado mexicano; siempre respondió y aclaró las preguntas de los reporteros cuando le cuestionaban, sí en México existía un “Clero Político”.

En 1983, habló extensamente y puntualizó “que la Iglesia mexicana, tenía bien definida su misión por Cristo, por la historia y por el magisterio eclesiástico”; no obstante, busco que la Iglesia, ante la situación crítica económica del país, mantuviera una “relación y no un divorcio”, con el gobierno del Presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado.

Mons. Corripio Ahumada, también fue solidario, cuando subrayó “que la Iglesia Católica, estaba enfocada para apoyar a disminuir la corrupción, la indiferencia y la violencia”.

Esto levanto una “cortina de humo”, entre algunos senadores, diputados, líderes obreros y jefes priístas del régimen; porque sintieron intromisión a los problemas de la nación y se “rasgaron las vestiduras” en 1985.

Rechazó categóricamente, que se dijera de altos dignatarios de la Iglesia Católica, rompían las reglas de la Constitución mexicana.

Y era consciente, en todo momento, que el tema de las relaciones Iglesia-Estado, debería ser manejado con paciencia, para no herir la sensibilidad de gobernadores y funcionarios de México; una prueba de ello, fue cuando, en 1987 participó con el Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Lic. Manuel Camacho Solís, en señal de apoyo a familias mexicanas; situación que la Prensa mexicana calificó como “desterrar egoísmos y envidias”.

Y en un acto de solidaridad, la Arquidiócesis de México, como parte de un proyecto en materia de adjudicación de viviendas, entregó algunas casas nuevas, para damnificados que perdieron su hogar en los sismos de 1985.

Otra visión importante de Mons. Corripio Ahumada, se dio en 1989, y fue la que promovió acciones para modernizar a la Iglesia Católica, con el fin de ayudar al ser humano, y a los problemas que enfrentaban los mexicanos en esa época. El objetivo era “trabajar por el bien del hombre y procurar su desarrollo”, como parte de la nueva evangelización de la Iglesia mexicana.

En este sentido, el Eminente Cardenal Ernesto, fue persistente al analizar los cambios de modernidad y las necesidades que vivía la sociedad; por ello, impulso el II Sínodo en la Arquidiócesis de México; destacando de ahí, un documento pastoral, que fue el IV fascículo que detalló criterios y líneas de acción de una nueva estructura de la vida económica eclesial.

El desafío de la tarea evangelizadora, consideraba, también a los sacerdotes, para que su oficio eclesiástico “no se viera como un negocio”, ni que se empleará para beneficio propio los servicios religiosos; ya que “la recta gestión, aplicación y distribución” era un imperativo evangélico.

Este examen de conciencia de la Arquidiócesis de México, dio como resultado la impresión de uno de los documentos más completos. Y se le conoció bajo el titulo de “La economía al servicio de la Pastoral”; sobresale porque se refiere a los “Agentes de la Nueva Evangelización, donde se subraya que “los hombres del clero deberán ser los más humildes y sencillos”.

En este mismo sentido, una acción especial no menos importante, considerada de valiente, fue cuando el Cardenal Emérito Corripio Ahumada, decidió reabrir, después de 50 años, la Universidad Pontificia de México, con el fin de dar un impulso a la tarea de evangelización y al reencuentro de los valores morales e identidad nacional.

Otra de las cosas que le preocupó al Cardenal Emérito, Ernesto Corripio, y de la cual tomo acciones a principios de los años noventas, son las que indican cómo se debería auxiliar a los indocumentados que resultaron afectados con la Ley migratoria Simpson-Rodino.

Su sentimiento estaba con el sufrimiento de nuestros compatriotas por el deseo de cruzar la frontera a los Estados Unidos para mejorar su nivel de vida.

Y en ese entonces, advirtió y denunció la violación a los derechos humanos por la temida Border Patrol y el ataque de los grupos racistas contra los ilegales mexicanos.

La gran calidad humana y la humildad que lo caracterizaban, le permitieron en múltiples ocasiones a nivel nacional e internacional, durante el año de 1992, defender con fe y razón los derechos humanos y el derecho a la libertad religiosa, siempre con la conciencia de que también la Constitución de México, tuviera claridad y respetará los derechos y libertades del ser humano.

Monseñor, Ernesto Corripio Ahumada, se distinguió porque habló a todos los sectores de la Ciudad de México; abrió su corazón a las diversas iglesias mexicanas, entre ellas, la Metodista y ortodoxa helenista y se animo a llevar a cabo acciones que elevaron a la Arquidiócesis de México a lo más alto.

Muchas, son las actividades que llevo a cabo el Emérito Cardenal Ernesto Corripio Ahumada; los años de su larga y laboriosa vida entregada a la Arquidiócesis de México, nos dan testimonio de su amor a su querida Iglesia mexicana.

Siempre dispuesto a colaborar en la evangelización de México y con la misión de apoyar en el desarrollo del país; se caracterizó por decir la verdad, sin importar que muchos políticos se incomodaran; por ello, conocía bien la realidad de los mexicanos y la acción de sus hermanos en el ministerio.

Desempeñando el delicado puesto de Arzobispo Primado de México, el Eminentísimo Don Ernesto Corripio Ahumada, contó en vida muchas anécdotas y relatos, que vivió, junto con sus hermanos de generación, tales como, el obispo de Hermosillo, Carlos Quintero Arce, el obispo de Ciudad Juárez, Manuel Talamás Camandri, el obispo de Chihuahua, Adalberto Almeida y el arzobispo de Tlalnepantla, Manuel Pérez Gil González.

Para el Cardenal Ernesto Corripio; también fue principal el grato recuerdo en su corazón, la figura del Arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo +, el obispo de Tuxtla Gutiérrez, Felipe Aguirre Franco y el vocero de la Conferencia Episcopal Mexicana Genaro Alamilla Arteaga; entre muchos otros Pastores que le dieron su primera victoria a la Libertad Religiosa en México.

En suma., por lo que se ha dicho anteriormente; al Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, a manera de homenaje en su décimo aniversario luctuoso le decimos gracias, por habernos dado la caridad pastoral, carisma, fuerza de espíritu profético y liderazgo en la arquidiócesis de México.

Gracias por su personalidad que daba seguridad y confianza, pero sobre todo, por su carga de humanidad que le era característica; por eso, especialmente agradecemos a Dios, por el regalo que nos concedió de tener entre nosotros, una figura esplendida como la del Cardenal Emérito Ernesto Corripio Ahumada.


Gracias por todo aquello que realizó no sólo durante los años de Arzobispo Primado de México, sino también, desde su época de seminarista y después de haber terminado su servicio en la Arquidiócesis; supo tomar un nuevo puesto con sencillez y regocijo en la unidad de Jesús y de la Virgen Santísima de Guadalupe.

Gracias por haberse desempeñado como Pastor de la iglesia mexicana en el Corazón del Mundo. ¡ Con cuanta justicia se puede decir que en su persona asumió su compromiso por Dios y por la Patria !.

Gustavo –Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán

*Gustavo Antonio Rangel

-Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- De 2009 a 2016 fue fundador y coordinador la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

-Ha ganado el Premio Nacional de Perodismo Católico de México 2008.

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.








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