miércoles, 14 de febrero de 2018

EL SIMBOLO DE NUESTRO AMOR

* Gustavo Antonio Rangel

Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.


Ciudad de México a 14 de Febrero de 2018

EL SIMBOLO DE NUESTRO AMOR

* Por Gustavo Antonio Rangel





Reflexionando sobre el “miércoles de Ceniza”, que marca el inicio de la Cuaresma…al conmemorar este tiempo litúrgico, meditó lo que dice el poeta Jalil Gibrán, sobre el hombre que nació en la pobreza, vivió en la virtud y murió en la cruz.

En este día del año, no es sólo pensar en el pecado y en el ayuno; sino también, es hablar de la Revolución que construye lo que destruyen las naciones. Este “miércoles de Ceniza”, también, nos referimos al mayor ejemplo de virtud y perdón; al extraño vagabundo en la tierra que recorre de Oriente a Occidente, sin que nadie lo reconozca pese a que lo festejan y lo recuerdan en su honor.

Este “miércoles de Ceniza”, de reconciliación y perdón recordamos al Hijo del Hombre que es rechazado por la muchedumbre que sigue la tradición de siglos. De aquel buen hombre que dijo las gruesas palabras, al referirse a sus verdugos:  “¡PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN!”…





EL SIMBOLO DE NUESTRO AMOR

* Por Gustavo Antonio Rangel




Reflexionando sobre el “miércoles de Ceniza”, que marca el inicio de la Cuaresma…al conmemorar este tiempo litúrgico, meditó lo que dice el poeta Jalil Gibrán, sobre el hombre que nació en la pobreza, vivió en la virtud y murió en la cruz.


En este día del año, no es sólo pensar en el pecado y en el ayuno; sino también, es hablar de la Revolución que construye lo que destruyen las naciones. Este “miércoles de Ceniza”, también, nos referimos al mayor ejemplo de virtud y perdón; al extraño vagabundo en la tierra que recorre de Oriente a Occidente, sin que nadie lo reconozca pese a que lo festejan y lo recuerdan en su honor.

Este “miércoles de Ceniza”, de reconciliación y perdón recordamos al Hijo del Hombre que es rechazado por la muchedumbre que sigue la tradición de siglos. De aquel buen hombre que dijo las gruesas palabras, al referirse a sus verdugos:  “¡PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN!”…

Al hablar de perdón y arrepentimiento, en la actualidad, nos referimos, también, al mayor ejemplo de la humanidad, que está reconocido en la persona del Salvador que no tiene un lugar donde descansar la cabeza y sus pensamientos. El mismo Nazareno que ofrece a las nuevas generaciones el Amor verdadero a través de su voz dulce, profunda y tranquila. El que nos da la FE Y LA RAZÓN como el verdadero símbolo de nuestro amor.

En este día del año, “miércoles de Ceniza”, el hombre despierta de sus sueños para reconocerse pecadores, pero cuando muere el día y llegan las tinieblas de la noche vuelve a hincarse ante la maldad y al velo de la muerte. Se tiende a la sombra del olvido y dormitan bajo los cobertores de la ignorancia y de la pereza.

Algunos Jóvenes que se agitan en el torrente de la postmodernidad, se detienen un momento y vuelven sus ojos al cielo para reconocerse pecadores, pero cuando la noche cae y han reflexionado las palabras “Polvo Eres y en Polvo te Convertirás”, con ojos indiferentes, se alejan y pronto rompen a reír.

Este día, los templos se llenan de fieles que acuden a reconocerse pecadores. El cantico “¡PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR!”…suena al unísono con mayor fuerza. Hoy se canta con vigor el himno de la conquista y el arrepentimiento, pero sobre todo, el pean del triunfo. Porque Jesús a través del Perdón hizo enmudecer  al mal, aplastó a la falsedad y agarrotó a la traición.

Jesús perdono y no fue un ave de alas rotas; Cristo perdono y nunca vivió una vida de miedo, ni murió padeciendo, ni quejándose. El hijo del hombre no fue débil, porque perdono. Por el contrario, fue fuerte y es fuerte. Su fuerza radica en que ante sus flagelantes, es más firme que la roca de la montaña.

Este “miércoles de Ceniza”, que coincide con el día de la amistad. Jesús, te pedimos que perdones a los pobres que te lloran y lamentan hoy, porque no saben cómo deben llorarse a si mismos.

Perdona a tu pueblo Señor, porque no saben que tú has vencido a la muerte con la muerte y has devuelto a la vida los que perecieron.

Perdona Jesús a tu pueblo por no saben que tu fuerza los está esperando todavía…y porque no saben que tú estás entre nosotros cada día del año, y no sólo “el miércoles de Ceniza”.

Perdona Jesús a tu pueblo y perdona al que esto escribe…

¡ Cristo Jesús!…Perdóname Señor… por no saber ser un buen comunicador de tu palabra. Si tú quieres…me puedes absolver de mis pecados. Te confieso sinceramente que deseo reconciliarme contigo. Hoy estoy dispuesto a levantarme de la miseria. Me postro ante ti, exclamado una y otra vez con voz convulsa, acéptame Jesús Nazareno como tú discípulo.

Apropósito de este día del año, pienso una y otra vez, mi experiencia al acudir al templo este “miércoles de Ceniza”. Y al escuchar la reflexión, he descubierto que el perdón es EL SIMBOLO DE NUESTRO AMOR, las palabras hicieron eco como un cántico en lo más profundo de mi corazón, y por ello, ahora creo sinceramente, que EL PERDÓN es la voz pura del cielo…Gracias Señor… por aceptarme…¡ Alabado seas Jesucristo!.


*Gustavo -Antonio Rangel
-Es un Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán, México.
- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.
- De 2009 a 2016 fue fundador y coordinador la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.
- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008
ha sido Profeor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.






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