* Gustavo Antonio Rangel
Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
Ciudad de México a 18 de Noviembre de 2015
LA COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA
La
comunicación en el seno familiar juega un papel vital que demanda observar las
normas morales de decencia, tolerancia y respeto a la protección de valores
fundamentales de sus integrantes.
En México, un problema que se presenta en la Familia, entre otros aspectos, es la falta de comunicación, debido a
que no se practica el diálogo, la sana relación y el amor, que en consecuencia
origina la desunión de los padres o de los hijos, que los lleva a imitar
tendencias culturales que “aparentan” ser de primer mundo.
LA COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA
Por Gustavo -Antonio Rangel
La familia mexicana es una
fundamental realidad humana que hoy esta en peligro y es amenazada
constantemente por la postmodernidad.
El problema más candente en esta
institución, entre otros aspectos, es la falta de comunicación, debido a que no
se practica el diálogo, la sana relación y el amor, que en consecuencia origina
la desunión de los padres o de los hijos, que los lleva a imitar tendencias
culturales que “aparentan” ser de primer mundo.
Para algunos, vivir comunicado al interior de la familia no es fácil. Es decir, ser padre y madre resulta en ocasiones
complicado para llevar a cabo un diálogo, y puede ser porque no esta totalmente
convencido de lo que busca y del rol que desempeña en el seno de la
familia.
También, porque hombre o mujer siempre desea
imponer su punto de vista y asume una actitud tendenciosa unilateral.
Entonces,
esto nos lleva a reflexionar y decimos que no se comparte el mismo fin; por lo
tanto, se deberá explicar inmediatamente al indicado, cuales son sus
responsabilidades para mejorar la comunicación y el bien común familiar.
Para evitar el
derrumbe del amor en la familia mexicana y la desintegración, debemos observar
con atención los factores que interpelan las conductas en la vida de pareja y
la relación entre padres e hijos.
Por ello, se deberá encarar los
problemas con el diálogo sereno y buscar limar asperezas; platicar lo que
pensamos e intercambiar sentimientos de honestidad en la relación.
En
consecuencia, todos los miembros de la familia mexicana que viven aún en unión,
deberán promover las relaciones de ida y vuelta; es decir, entre padre-madre,
padre-hijo, madre-hijo, padre-hija, madre-hija, hermano-hermano.
Esto aplica
para los hijos, aún después de contraer nupcias, y en nuestras manos esta
propiciar la crítica sana –constructiva-, y respetar los gustos, deseos y
opiniones de los demás, sin afectar la dignidad de algún integrante en el seno
familiar.
En cuanto a la sociedad, se deberá reconocer el derecho de cada
una de las familias mexicanas a vivir la vida pública y privada como mejor le
plazca, -digamos-, esto es, hasta cierto punto aceptable, siempre y cuando
observe las normas morales de decencia, tolerancia y respeto a la protección de
valores fundamentales que demanda la animación familiar.
Por lo
anterior, lo que no se vale es que por nuestro orgullo, conducta e ignorancia,
llevemos de la mano a nuestros familiares a una situación de maltrato,
violación, abuso sexual, orfandad parcial o total y abandono de los adultos mayores
en la vía pública o en instituciones sociales.
Quizá una posible solución
en la vida de pareja y de familia mexicana, es evitar conductas más o menos
escandalosas; recordemos, no debemos confundir la libertad con el libertinaje; de tiempo en tiempo a nivel mundial,
vienen épocas en que las costumbres se desenfrenan y la que vivimos es una de
ellas.
Sin embargo,
para un mal siempre hay un bien, y esto se origina a través del diálogo.
La
palabra se le dio al hombre para que pudiera entenderse y comunicarse con sus
semejantes; es decir, en familia y en sociedad.
En la Babel que
vivimos, nos demanda fortalecer los valores éticos y morales, reavivar la
conciencia y la razón; la familia mexicana necesita de alimentar la
solidaridad, la generosidad, compartir el pan en conjunto, regalar más tiempo a
la esposa, al hijo, a la hija, al padre o madre y así conocer sus inquietudes y
necesidades.
No obstante, la
dimensión familiar en la actualidad es compleja, y queda claro que no es fácil
llevar a cabo -para algunos- la comunicación en la familia.
Por ello, se debe
tomar en serio su papel, y esto nos lleva a modificar nuestro punto de vista de
la sociedad y sobre todo, de lo que percibimos a través de los medios de
escritos y electrónicos.
Esto significa que necesitamos aprender a vivir, y
sobre todo a entender la persuasión de los mensajes que emiten los medios de
difusión; o que es lo mismo, reflexionar los mensajes y observar a los medios
electrónicos e impresos, para conocer sus comportamientos y discutirlos con
todos y cada uno de los integrantes de la familia.
Es un hecho que la comunicación social en México, se nos presenta
como un área de oportunidad en donde se deberá trabajar y controlar más a
detalle los mensajes que se perciben, y tener así una conciencia crítica por
parte de los integrantes del núcleo familiar, para evitar influencias
disfuncionales.
Esto incluye el control sobre las nuevas tecnologías y el
Internet que ya interactúa y viven bajo el mismo techo de muchas familias
mexicanas.
De ahí que esto
es una oportunidad para que toda familia utilice las nuevas tecnologías, y al
mismo tiempo, sus integrantes actúen en un ambiente de servicio y gratitud a la
sociedad, bajo el concepto de la comunión.
De modo que hoy más que nunca, la
comunicación juega un papel importante al interior de la familia en México,
pese a las circunstancias que van contra su razón de ser.
Es un hecho que poco a poco se enciende una luz de esperanza, en donde la
familia mexicana, retoma el camino de la palabra y avanza por el sendero de la
verdad y del amor.
Llevando como escudo la comunicación, que sirve también,
como una herramienta indispensable para el diálogo de Fe y Razón.
En suma, el
concepto de comunicación en una familia mexicana, es muy grande y el beneficio
de la palabra es infinito, porque ayuda a que todo integrante esté en constante
renovación, dando como resultado, el conocimiento y el intercambio de ideas en
la Institución familiar, que en consecuencia, será un indicador que nos dirá,
si vamos madurando la relación de comunicación al interior de la célula de la
sociedad.
* Gustavo Antonio Rangel
- Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.
- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.
- Desde 2009, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.
- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.
-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.
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